sábado, 15 de junio de 2013

Sobre las dichosas crisis económicas y los sistemas sociales.

Siguiendo con el proceso creativo de mi novela, tenía que definir a los protagonistas y a sus antagonistas.
Fue más sencillo describir a los antagonistas, los mercenarios de la Unión Solar. Y si resultó sencillo, fue porque no tuve que hacer un gran esfuerzo para imaginármelo. Lo único que tenía que hacer, era fijarme en la actual crisis económica.
Y es que los mercenarios de la Unión, al igual que sus conciudadanos, viven bajo una permanente crisis económica, o si se prefiere, largos periodos de empobrecimiento intercalados con ciclos cortos de bonanza. Y es que sus sistema económico es muy similar al actual, donde hay una minoría social que controla la mayor parte de los recursos naturales posibles. Esta minoría es, claro está, la clase rica, que no les importa lo que les pase a sus subordinados con tal de seguir luciendo sus símbolos de altos estatus.
Así pues, habría una clase baja, de donde proceden los mercenarios de mi historia, que lo único que hacen es exprimir al máximo los pocos recursos que les son concedidos porque no les queda otro remedio. De aquí, que estos mercenarios, cuando aterrizan en un planeta que no ha sido colonizado, se comportan como si todo lo que vieran fuera suyo, esquilmando y explotando hasta el agotamiento todos los recursos naturales, con la esperanza de poder ascender y formar parte de la clase alta, aunque sea a costa del exterminio de las formas de vida nativas.
Y al definir a los protagonistas, a los mercenarios de la Confederación, tuve que esforzarme un poco más. Y si tuve que esforzarme es porque estoy cansado de oír noticias negativas sobre la crisis.
Que si la cosa va muy mal, que si no hay trabajo, que si nos quitan los derechos sociales, que si esto, que si lo otro... ¡Crisis! ¡Crisis! ¡Crisis!
Así que cuando escribí esta novela, hice lo que nadie hace cuando habla de la crisis; hablar de un sistema económico alternativo.
Y así ideé la sociedad de la Confederación, que aprendieron de los errores de sus antepasados y cuando fundaron sus colonias, construyeron sus civilizaciones a partir del desarrollo sostenible, se coge de lo naturaleza lo que necesitas, no lo que puedes acumular, acumular y acumular. Así pues, el sistema de gobierno está dirigido por una gran corporación, tan grande, que se denomina, simplemente, La Empresa. Y sus dirigentes (análogos a la clase alta de la Unión), no ganan más dinero que sus subordinados o sus trabajadores. ¡Todo el mundo gana lo justo para tener una vida digna! Es un sistema que tiene el inconveniente de que no se puede acumular riquezas en poco tiempo (si no es haciendo algún chanchullo, la Confederación no es perfecta), pero sin embargo, garantiza el crecimiento económico de la sociedad a largo plazo. Y la expansión a nuevos mundos para colonizar evita que existan los actuales ciclos de ganancias y crisis.
Así pues, los mercenarios de la Confederación, cuando llegan a un mundo sin colonizar, son muy respetuosos con la naturaleza y no se dedican al robo, al pillaje o al exterminio. Se limitan a cumplir su misión, y ya está.

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