miércoles, 17 de julio de 2013

Sobre la elección de algunos nombres.

Bautizar los personajes que uno crea, es una de las tareas más cansinas del autor. Sé que hay creadores que no tienen este problema, que se les ocurren las historias con los nombres de los personajes ya puestos. Pero no es el caso de este servidor.
Cuando escribí el "Polizonte del Philadelphia" y me vi en la tesitura de bautizar a mis protagonistas, me fijé en su cultura y sociedad. Son mercenarios de la Confederación de Sistemas Coloniales, en un futuro lejano. Así que supuse que todos eran mestizos, y por lo tanto, mezclé nombres y apellidos de distintos lugares del mundo. Además, al desarrollarse la historia en un futuro muy lejano, he corrompido sus grafías y su gramática.
Por ejemplo, el líder de campo de este comando se llama Blad Aljih, y lo de "Blad" es un homenaje a Vlad el Empalador, el personaje histórico en que se basó Bram Stoker para crear a Drácula, y que un noble de los Cárpatos que ganó fama gracias a sus métodos sanguinarios para mantener lejos a los enemigos musulmanes (de aquí la gracia de que Blad se apellide Aljih).
Luego, en el caso los antagonistas de la Unión Solar, que son todos caucásicos, me incliné por ponerles nombres anglosajones, y en la mayoría de los casos, solamente se mencionan sus apellidos. Y sus nombres suelen ser pequeños homenajes a gente cuya obra me influyó. (Goldsmith, Egan... )
En el caso de las naves espaciales, concretamente la de los protagonistas, eché mano de la mitología nórdica. Así pues, la nave se llama Wagner, su computadora, Freya, y tiene en su hangar principal un caza denominado Valkiria.
Y luego, hay una nave enemiga,  la Dementor que para bautizarla, recorrí a mitologías más actuales...

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